Uno de los principales beneficiarios de este creciente ritmo en las ventas será el stock residencial, que en el climax del estallido de la burbuja llegó a acumular hasta 1,2 millones de unidades. Si lo apuntado en la jornada "Perspectivas económicas 2016 y tendencias del sector inmobiliario", organizada conjuntamente por Asprima y la Sociedad de Tasación, va encaminado, en 2016 el stock pendiente de salida se reducirá hasta 349.377 pisos, casi un 25 % menos que los contabilizados a mediados de septiembre. En la misma jornada, el presidente de Asprima, Gómez-Pintado, aseguró que teniendo en cuenta los flujos migratorios, la necesidad de viviendas en España se situará los próximos años en unos 140.000 inmuebles, con especial protagonismo de la Comunidad de Madrid, donde esta cifra se situará entre los 30.000 y los 40.000 pisos. Así los cosas, Félix Abanades, presidente de Quabit inmobiliaria, una de las enseñas de referencia durante el boom, no ha dudado en afirmar que "es el momento de posicionarse e invertir para aprovechar el ciclo alcista actual".
Lo que termina de reducirse en el esfuerzo que los españoles tienen que hacer para comprar una vivienda, en torno a unos cuatro años más que la mayoría de los ciudadanos europeos que adquieren una casa en nuestro país. De acuerdo con los datos facilitados por el portal piso.com, daneses, holandeses, belgas, suecos o alemanes apenas destinan un 22,68 % de su suelo mensual al pago de la hipoteca media frente al 32,55 % de los españoles. En esta situación algo tendrá que ver, sin duda, el ajuste de precios y la devaluación salarial en nuestro país por causa de la crisis. Esto en el que atañe a la segunda residencia, porque en el otro segmento de la actividad residencial, el de pisos de lujo, el panorama es bien distinto. Al menos en Madrid todo parece indicar que el sector residencial de lujo ha dejado atrás la crisis registrando un crecimiento en los precios del 5,2 % durante el tercer trimestre, por encima del observado en mercados como Londres o París, y un plazo medio de comercialización que se ha reducido desde los 10-12 meses a los 3-6 meses actuales, según datos de la consultora Knight Frank. De hecho, Madrid es la segunda ciudad europea con mayor crecimiento interanual de precios en residencial "prime".